Llega la mañana
y es cuando nos vemos,
me miras, te miro
y seguirá eterno.
¡ Quién como Dios me escuchara
y supiera que estoy enfermo
que aún vivo esperando
en realizar mi sueño !
El café en mi boca
es tu puro cuerpo
delicado y dulce
pero...es sólo un sueño.
Me marcho al trabajo
y espero el crucial momento
de la ritual despedida
que es tu frío beso.
Eres granizo helado
que no se derrite en lecho,
- un iceberg congelado -
y yo lo que ahogas dentro.
Mis tibias caricias
en tu álgido cuerpo
pensar me hacen
que ya estoy muerto.
Fue una febril noche
que estaba vivo y muerto
cuando me quedé abrazado
Dios me perdone sobre tu cuerpo.