jueves, 23 de julio de 2015

Bello

No hay belleza si no es percibida por unos ojos que sepan distinguir lo vulgar de lo callado. En la naturaleza se encuentra la belleza camuflada de mil formas, en ella todo es profundo y bello. El silencio de la nada que flota entre los árboles deja un rastro único e insuperable, silencio por todas partes, el silencio le grita al silencio para tener más, lo acurruca para que no se marche, sin él el paisaje pierde la armonía. El aire libre de pensamientos se levanta siempre fresco y limpio sólo para aquellos que son capaces de sentir un aura nueva todos los días. 
La tranquilidad de una Sierra que circunda todo el amor de una amistad, la hace más bella y natural. Hemos contemplado la belleza de lo natural y del amor del amigo. En el silencio la amistad es más necesaria, todo se escucha en secreto, la respiración cercana tiene su razón y más si la acompaña un inmediato suspiro que no cabe en el alma y se exhala al exterior mirando el infinito de un paisaje. 
Grito por lo natural cuando lleva encima fuertes lazos de amistad que te amarran para toda la vida. Declinarán los días y olvidaremos muchos recuerdos que se harán insignificantes, pero un tiempo de amistad compartido en un paisaje natural bañado por la belleza de todo cuanto somos y seremos, ¡eso!, eso no se puede olvidar... Tiempo de silencio roto por suspiros profundos que salen del alma por no saber qué decir ante el gran acontecimiento ¡cuánta belleza junta! Tiempo de luna llena, sentados en la roca que desprende aroma verde de pino nuevo. No me acostumbro a tus aires puros y limpios porque ya es exótico el aroma puro, lo original, lo inicial deja de serlo para ser llamado exótico, raro, cuando en un principio todo era así, lo raro es ver la naturaleza conservada, no chamuscada por la inconsciente mano. Lo natural forma parte del espectáculo de turistas, mientras reflexiono esto en silencio sentada en una piedra del camino, contemplando cómo comen los ciervos, pasa un tropel de ellos, que no saben dónde pasar las vacaciones, ruidosas mochilas, música en auriculares, verdaderamente a qué han venido, no los espantan, pero los ciervos perciben el ajetreo, los miran. 
Termina el sol su labor de hoy, mañana vendrá con más energía, el día ya está agotado, los animales se marchan para refugiarse mientras andan sus lomos se divisan tornados de carmesí esperando un nuevo día como yo.